María Fernández Catalán

On 6 de febrero de 2015

Entrevistamos a María Fernández Catalán, promotora de MFC Asesores

6/2/2015

En esta ocasión la Cátedra Santander de Empresa Familiar de Jaén ha entrevistado a una joven empresaria de 28 años quien, a pesar de las circunstancias adversas de nuestro entorno económico provincial para emprender nuevos negocios, ha creado una empresa hace unos meses en Villacarrillo. Le hemos pedido que nos cuente su breve experiencia, con el objetivo de poder incitar a otros jóvenes, que como ella no han encontrado su sitio en el mercado laboral, a lanzarse a la aventura de convertirse en empresario y también resaltar los aspectos más significativos que pueden ayudar a generar nuevo emprendimiento.

Tras la charla con María Fernández y por los anteriores contactos que hemos tenido con ella como alumna de la Universidad de Jaén en diferentes etapas de su formación, hemos podido detectar grandes cualidades para el emprendimiento: tesón y constancia para conseguir los objetivos, capacidad de trabajo, ilusión, iniciativa y ganas de cambiar las cosas, cualidades que consideramos pueden ser importantes para que su empresa sobreviva durante mucho tiempo. Esta emprendedora ha recibido un apoyo importante de su familia, transmitiendo el espíritu empresarial, pues su padre, también emprendedor, la ha apoyado en sus iniciativas, transmitiendo el cariño por su tierra, lo que ha hecho que María piense en desarrollar un nuevo proyecto empresarial en la provincia de Jaén y diversificar a la vez la empresa de la familia.

Deseamos que María consiga lo que se propone y que su experiencia sirva de impulso para muchos jóvenes de nuestra provincia tan necesitada de nuevos emprendimientos para su desarrollo.

¿Puedes describirnos brevemente tu currículum?

Soy Licenciada en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad de Jaén, he realizado un Máster de la misma especialidad (MBA) y el camino hasta llegar a aquí ha sido complicado.

Después de realizar un Ciclo Formativo de Grado Medio de Auxiliar Administrativo y un Ciclo Formativo de Grado Superior en Administración y Finanzas, pude incorporarme al mundo laboral a través de la entidad financiera de Caja Granada, en la que permanecí unos 6 meses hasta mi decisión de continuar con mis estudios.

Fue entonces cuando inicie mi carrera universitaria, con el acceso a la Diplomatura de Ciencias Empresariales, la cual me ayudó a volver a trabajar de nuevo en una entidad financiera (Cajasur), esta vez por un periodo más largo, pero que se vio truncado a causa del desgarro financiero sufrido en España y la absorción de la entidad por el Banco Bilbao Bizkaia Kutxa, con la que se produjeron cientos de despidos.

Mi situación de desempleo me lleva de nuevo a la universidad, esta vez para cursar la Licenciatura de Administración y Dirección de Empresas. Acabada ésta, comienza una ardua búsqueda de empleo que se convierte en una complicada tarea llena de impedimentos. Uno de ellos el inglés, por lo que dediqué un año a la obtención del nivel que requiere el mercado en este idioma (B2). Y después de una completa formación académica, el nivel de inglés requerido y más de dos años de experiencia relacionada con mi profesión, he podido comprobar por mi misma el gran problema que sufre el país respecto a la empleabilidad de personas jóvenes, sólo he podido impartir clases sobre materias que conozco a la perfección, iniciando así mi actividad emprendedora, pero no he tenido la posibilidad de poder desempeñar ningún puesto de trabajo que se ajuste a mi formación.

¿Cuál ha sido la trayectoria de tu padre como emprendedor y por qué has querido seguir el camino del emprendimiento?

Mi padre trabajaba por cuenta ajena para una empresa de distribución de productos químicos como agente y distribuidor exclusivo para la provincia de Jaén. Cuando ésta le propuso que actuara en nombre propio para la venta de sus productos y de forma autónoma adquiriera todo el margen de las ventas, inició este camino en 1994, dándose de alta en el régimen de trabajadores autónomos y asumiendo la inversión necesaria en productos para iniciar su actividad.

Durante los primeros años de actividad trabajaba de forma exclusiva para esta empresa, pero con el paso del tiempo y las exigencias del mercado, tuvo que recurrir a otros proveedores para el suministro de mercancías que eran demandadas. De esta forma, se amplía su mercado a la vez que se incrementa el volumen del negocio.

Pasaron más de veinte años en los que la empresa individual de mi padre no sufrió ninguna

modificación extraordinaria, pero llegada la crisis económica y al sufrir, como todas las Pymes, un descenso de las ventas e incremento de deudas de clientes, se replantea el negocio con el estudio de otra forma de distribución a través de un establecimiento de venta. Esta idea me surgió cuando colaboré unos meses con mayor intensidad en la empresa familiar.

Formar parte de esta mejora del negocio tradicional de mi familia me ha ayudado a ver que existen todas las posibilidades que se quieran crear. Llevo más de cuatro años inmersa en una continua búsqueda de empleo que no ha dado ningún fruto, tengo la cualificación necesaria, pero sobre todo tengo ganas de poder desarrollar mis conocimientos y habilidades sin que nadie pueda juzgar mi currículum. ¿Por qué no darme una oportunidad a mi misma?

¿Qué has aprendido de tu padre?

Siempre he pensado que tener un negocio propio tiene sus aspectos positivos y negativos, pero nunca hubiera pensado poder estar yo en esa situación. Ver a mi padre durante más de veinticinco años luchar por su empresa, sufrir las caídas y asumir las derrotas, hacía que mi actitud fuera reacia a adoptar esta opción.

Pero al involucrarme en el negocio e intentar ayudar aplicando los conocimientos adquiridos en la gestión de empresas, he descubierto los puntos positivos que hacen que lo demás no sea tan importante. Cuando eres el propietario lo haces todo para ti y los tuyos, luchas porque está en juego algo que has creado con tus propias manos, sufres porque has apostado todo y afrontas los cambios para poder seguir adelante.

Cuando eres el propietario, eres el jefe y nadie te va a decir lo que tienes que hacer, porque simplemente lo haces. La satisfacción del trabajo bien hecho tiene más valor y la recompensa es mucho mayor.

He aprendido a luchar por lo que realmente se desea, no basta con querer hacerlo, hay que ponerse manos a la obra y ser perseverante. Él me ha enseñado a perseguir mis objetivos y alcanzar mis metas, cueste lo que cueste.

¿Cuál es tu idea de negocio actualmente y cómo la quieres desarrollar?

Llevo años estudiando la forma de desarrollo y evolución de las empresas, la manera en que deben afrontar los problemas y resolver situaciones de conflicto o problemas económicos-financieros. Pero el país está repleto de empresas, la mayoría pymes sin grandes directivos al cargo, que intentan sobrevivir en el mercado pero en muchas ocasiones sin medios y sin saber cómo actuar.

Quiero crear una asesoría que ayude a esas pequeñas empresas regentadas por los propios promotores, que además trabajan y luchan para mantenerla activa sin pensar demasiado en los resultados. Y para llevar a cabo el asesoramiento lo fundamental es que el cliente, al salir de la oficina, sienta que realmente existe una solución a su problema o simplemente sienta que su negocio se está gestionando de la mejor forma.

Pero si limitamos el asesoramiento al ámbito fiscal, laboral y contable, esta asesoría será una “calcomanía” del resto. Se llevarán a cabo planes de marketing y publicidad, ya que muchas empresas se limitan a ejercer su actividad sin dar importancia a este aspecto tan relevante.

Para las ya “empresas familiares” se mantendrá un asesoramiento más personalizado, con el que se ayude a mejorar la filosofía interna de la empresa estableciendo un protocolo familiar que permita regirse por unas normas pactadas por familiares.

Realizar un asesoramiento para nuevas empresas es esencial, sobre todo en el estudio de viabilidad económica y financiera, necesario antes de emprender una aventura de este tipo, ya que por mucha ilusión que tengamos o muy fantástica que nos parezca la idea, si no es viable o no tenemos posibilidades, debemos contar con ello desde el principio.

A grandes rasgos se ofrecerán todo tipo de seguros, adaptados a cada usuario, y la compañía debe responder con sus garantías y coberturas realmente a lo que el cliente necesita. Nadie lee las pólizas que contrata, no sabemos que firmamos y ni siquiera con qué coberturas contamos. No venderé seguros, protegeré a mis clientes ante los riesgos a los que nos enfrentamos en el día a día, fuera y dentro de la empresa, particulares e incluso profesionales autónomos que temen que un accidente les impida trabajar.

En principio contaré con un gestor externo que me proporciona la posibilidad de ofrecer también la gestión de trámites administrativos ante cualquier Administración Pública.

¿De qué te ha servido la formación que has adquirido?

Mi formación académica ha estado enfocada en todo momento a la gestión empresarial, desde mis inicios con Administración y Gestión en los Ciclos Formativos hasta acabar con la Dirección Empresarial del Máster. Gracias a esto, ahora puedo ofrecer a las empresas un servicio completo de asesoramiento, no sólo de gestión contable o fiscal, sino un asesoramiento más personalizado en la forma de gestión de las empresas, marketing….

Además, todos mis conocimientos me ayudan también en la gestión de mi propia empresa, que es la que debe mostrar el ejemplo que quiero dar a mis clientes.

¿Qué personas y cosas te han ayudado en tu camino para formar una empresa?

Para poner en marcha la idea lo fundamental era contar con la confianza de las personas que tengo a mi alrededor. Una de las cosas que más me han ayudado a seguir adelante una vez planteada la idea ha sido el apoyo que me han dado mis familiares y amigos a la hora de llevar a cabo esta actividad. Que crean en ti es importante.

¿Por qué en tu provincia y cerca de tu pueblo?

Considerando que nunca antes me había planteado esta opción, a la hora de establecer la asesoría me inclino por la zona que rodea a mi localidad, ya que los contactos en este caso son de gran importancia para el inicio de la actividad.

No es un negocio en el que entren a comprar o un bar en el que entran y salen clientes. Esta actividad requiere de un largo proceso de captación de clientes con los que posteriormente poder contar durante diversos periodos. El problema es que la aversión al cambio por parte de los clientes me obliga a recurrir a conocidos y familiares en primer lugar, para poder fomentar después la llegada de clientes potenciales cercanos.

Pero tampoco considero favorable instalarme en mi localidad natal, ya que la competencia directa sería más problemática, por lo que he decidido ubicar la oficina en la localidad vecina, en la que ya he trabajado (Cajasur) y en la que muchos clientes de mi padre me conocen, para evitar la competencia directa con los conocidos y conseguir mayor cuota de mercado, ya que cuento con clientes de Villanueva y de Villacarrillo como potenciales.

¿Cómo proyectas el futuro?

Apenas llevo un mes de actividad y no puedo estimar con claridad el futuro, pero la pequeña inversión que ha requerido la puesta en marcha de esta idea me invita a correr riesgos. Sé que tengo capacidad para desarrollar el trabajo descrito y dar a mis clientes un asesoramiento personalizado. Y, como ya he comentado, esta asesoría no se limita al “papeleo”, quiero llegar más allá, poder proporcionar a las empresas esperanza cuando se pierde.

Ahora MFC Asesores es real, abro mis puertas cada mañana y cuando cierro después de que hayan bajado sus persianas el resto de comercios sé que podré lograrlo, costará trabajo y esfuerzo, pero estoy lo suficientemente motivada para hacerlo.

Simplemente daré tiempo al tiempo y espero que mi ilusión y ganas de trabajar me ayuden a que esta nueva aventura que acabo de emprender aporte a mi vida aquello que he perseguido durante años.

Te puede interesar