María del Carmen Sáiz Muñoz

On 5 de marzo de 2014

Entrevistamos a María del Carmen Sáiz Muñoz, Gerente de Industrias Químicas

Carpo, S.L. (Barnices Carpo)

5/3/2014

Con el objetivo de aprender del saber hacer de los empresarios familiares jiennenses, la Cátedra de Empresa Familiar de Jaén se ha desplazado a la localidad de Mancha Real, sede de Barnices Carpo, para conversar con doña Mª del Carmen Sáiz, gerente y miembro de la segunda generación de la familia Sáiz, que ha liderado con éxito desde hace más de cincuenta años esta empresa de su propiedad. 

Doña Mª del Carmen es la principal responsable de la buena marcha de esta empresa desde hace 40 años. Y en esta época de crisis profunda ha conseguido que su negocio pueda seguir siendo una empresa competitiva, adaptada a las nuevas necesidades del mercado y saneada desde el punto de vista económico-financiero.

La gerente de Barnices Carpo nos acogió con gran cordialidad y disfrutamos de una charla distendida en la que nos fueron desveladas las claves que le han llevado a obtener magníficos resultados en su empresa. Sus reflexiones nos pueden ayudar a conocer a una excelente empresa familiar y a una empresaria con grandes cualidades emprendedoras y con una gran capacidad para afrontar los problemas y dificultades que le han ido surgiendo a lo largo de su extensa trayectoria profesional. Su experiencia puede servir de ejemplo de cómo se deben afrontar los retos empresariales.

Actividad empresarial

Industrias químicas Carpo S.L. es una empresa que desarrolla su actividad en un segmento concreto del sector químico: la fabricación de barnices en sus diferentes formas, tintes y disolventes, así como esmaltes e imprimaciones sintéticos. También ofrece a sus clientes servicios de espectrofotometría, así como la gama de barnices en base agua a la que está dedicando especial interés. En el año 2013 ha recibido un reconocimiento por sus 50 años de servicio a la Química, por el Ilustre Colegio Oficial y la Asociación de Químicos de Andalucía. Industrias Carpo fue la primera fábrica de barnices que se creó en Jaén y, probablemente, en Andalucía. En sus orígenes demostró ser una empresa innovadora, instalándose en una región de escaso tejido industrial y dedicándose a una actividad novedosa y no exenta de dificultad. 

En sus instalaciones se lleva a cabo íntegramente el proceso completo de elaboración de sus productos. Este proceso abarca las actividades de diseño, desarrollo y fabricación; incluyendo un riguroso control de las materias primas, para asegurar que se ajustan a las especificaciones requeridas; así como un exhaustivo control de calidad del producto terminado para que, igualmente, satisfaga plenamente las exigencias de sus clientes. El mercado en el que se desenvuelve es tremendamente exigente, por ello en esta empresa hay un empeño enorme por la calidad; pero procurando, en todo momento, que su actividad sea absolutamente respetuosa con el medio ambiente, a pesar de estar encuadrada en un sector tan crítico. Así, en 1999 obtuvo las certificaciones de sus sistemas de gestión de la calidad y de gestión medioambiental, de acuerdo a las normas ISO 9001 y 14001 respectivamente, siendo la primera empresa en Andalucía en conseguir ambas certificaciones de AENOR en una única auditoría de certificación, y la primera en conseguir la certificación ISO 14001 (de gestión medioambiental) de la provincia de Jaén.

Una cualidad a destacar del proceso productivo de Industrias químicas Carpo, en un mercado tan competitivo, es su capacidad para adaptarse a las necesidades de sus clientes y, por ello, una faceta muy importante son los “trabajos a medida” que realiza, de acuerdo con peticiones concretas, lo que le obliga a disponer de una gran capacidad de respuesta a la hora de satisfacer las peticiones de los clientes, cosa que consigue con la versatilidad del personal técnico, de gran inquietud, profesionalidad e imaginación para el desarrollo de nuevos productos. Y, aunque la actividad y el objetivo principal de esta empresa es fabricar y vender sus productos, realiza otras tareas de no poca importancia como es la formación y asesoramiento: asistencia permanente a sus clientes.

Por otro lado, la marca CARPO es una marca registrada, tanto a nivel nacional como a nivel comunitario, que constituye un valor añadido en relación al producto, y, bajo esta denominación, fabrica y comercializa sus productos.

Familia al frente del negocio

La empresa se instaló en Mancha Real como S.L. en 1994, pero aprovechando una gran experiencia acumulada, ya que sus orígenes se remontan a 1962, año en que D. Francisco Sáiz, padre de la actual gerente fundó en Jaén la sociedad “Sáiz Montoro SRC” con otro socio, con el nombre comercial de “Industrias Carpo”. Cuando el socio se salió del negocio la familia Sáiz creó “Sáiz y Muñoz S.R.C.”.

D. Francisco estuvo al frente de la empresa ayudado siempre en la sombra por doña Carmen Muñoz, su esposa, quien conocía perfectamente y apoyaba para la buena marcha de la empresa, aunque su dedicación principal era criar a sus tres hijos.

Cuando Mª del Carmen Sáiz tenía 23 años no tuvo más remedio que ponerse al frente de la empresa debido al fallecimiento de su padre. Unos años antes había empezado a colaborar en el negocio a propuesta de su padre, después de acabar la carrera de Magisterio, al no tener trabajo, iba por las mañanas a la empresa y por las tardes estudiaba Filosofía y Letras. Al morir el fundador de la empresa, la madre de María del Carmen le animó a que continuaran con la gestión las dos juntas. Su hermana Guadalupe era profesora de la Universidad de Jaén y su hermano Francisco estaba en la mili, ninguno se podía hacer cargo de la empresa. Comenta Mª del Carmen que le dijo: “a ver si somos capaces de salir adelante”. Y al final de cada año, le comentaba: “hemos comido, hemos pagado a todo el mundo verdad, pues seguimos adelante”. Fueron momentos duros, en los que ella tuvo que hacer comprender a las personas que trabajaban en la empresa y que la conocían desde pequeña, su nuevo papel como gerente, pero su tesón y buen hacer le hizo conseguir sus objetivos. La ayuda de su madre fue esencial sobre todo en los primeros momentos: le acompañaba a todas partes, actuaba como apoyo, consultora e incluso mediadora, “aportaba una gran sensatez y ecuanimidad”, añade Mª del Carmen. Uno de los valores que le inculcó en esa época su madre era no incumplir las obligaciones con las personas con las que se relacionaba la empresa, sobre todo con los trabajadores. Nos comenta que decía: “fin de mes es sagrado para el pago de los trabajadores, si alguien no tiene que cobrar eres tú, los demás todos, no puedes fallar a la gente porque ellos también tienen sus compromisos”. Eso es algo que se tiene claro en la empresa y siempre lo hemos cumplido, apunta María del Carmen. Y así han seguido hasta el fallecimiento de doña Carmen Muñoz en 2012. 

Sus hermanos han permanecido en la empresa como accionistas confiando en la gestión de María del Carmen, y hace dos años su hijo José se ha incorporado en la empresa. Estudió Administración y Dirección de Empresas en la Universidad de Jaén y durante los veranos trabajaba en la fábrica en la parte técnica, pero hace dos años decidió incorporarse en la administración de la empresa. María del Carmen nos comenta que nunca pensó en la sucesión o en la edad de jubilación. Ha sido sin querer, pero ve a su hijo preparado, le ha cedido la gestión de compras y la gestión bancaria, dos responsabilidades que llevaba ella directamente porque considera esenciales y que nunca se las había delegado a nadie. Esto le ha permitido descargarse de trabajo y dedicarse en mayor medida al tema comercial, que piensa que es más duro y en el que ella puede aportar su gran experiencia. De su hijo nos dice: “desde los 16 años venía todos los veranos a la fábrica. Conoce la empresa desde todos los ámbitos, tiene don de gentes, tiene cultura, y sabe relacionarse, por tanto creo que es idóneo para dirigirla en el futuro. Y está muy motivado, he conseguido que sea el primero que entra y el último que sale y no hay que decírselo, él comprende que debe ser así”. 

No descarta que su hija se pueda incorporar a la empresa, ya que ha estudiado Economía y Comercio Exterior, y también es fundamental el apoyo que ha obtenido de su marido, Manuel Cruz, licenciado en ciencias económicas y empresariales y profesor de enseñanza secundaria, quien a pesar de no trabajar en la empresa, en determinados aspectos como la obtención de certificaciones en los sistemas de gestión de la calidad y de gestión medioambiental, ha sido una pieza esencial. Nos dice María del Carmen que puede considerarse que pertenece al grupo de staff, ve las cosas desde fuera pero con un conocimiento bastante importante, las cuestiones que se salen un poquito de lo normal se las comenta y esto le ayuda a tomar decisiones.

Crisis económica

La crisis económica actual ha afectado a esta empresa, como a todas. Desde 2007 nos comenta que han ido descendiendo las ventas, llegando a disminuir alrededor de un 50%. Sobre todo han perdido a aquellos clientes que dependían de la construcción de viviendas o de obras en general. Para salir adelante han procurado diversificar sus clientes, atendiendo a otro tipo de industrias o empresas, como por ejemplo ataúdes, lámparas, carpinteros pequeños, han buscado una gran diversificación de la producción. También el bricolaje ha incrementado como consecuencia del mayor tiempo libre de las personas, así han derivado su oferta y han creado nuevos productos para atender al pequeño consumidor, carpinteros, amas de casa, o al consumidor de bricolaje. Otros caminos emprendidos para hacer frente a la crisis, ha sido el producir marca blanca para otros distribuidores o fabricar productos nuevos para pintar metales.

María del Carmen cree que todas estas pueden ser buenas alternativas ya que la madera está en declive porque desaparecen los pequeños fabricantes de muebles, el consumidor final se lo fabrica él mismo, y el gusto está variando hacia muebles poco barnizados. Los recubrimientos para metales pueden ser una buena salida porque hay un mercado importante en la provincia de Jaén y otras limítrofes, con un elevado parque de maquinaria agrícola, que necesita mantenimiento, como el de las instalaciones de las almazaras, por ejemplo. Su dimensión pequeña les permite confeccionar productos a medida y poder tener clientes de muy diversas actividades, lo que le proporciona un volumen de ventas más o menos constante. 

María del Carmen asegura que ha sido una época difícil para su empresa, pero ella es optimista y ante los problemas se crece, lo que produce una gran tranquilidad a su alrededor y esto le ha servido para la supervivencia. La situación económica le ha hecho someter a su empresa a una gran austeridad y cree que esto les va a hacer mucho más fuertes en el futuro. Señala que han aprendido métodos de trabajo más sencillos, a consumir menos, a ser más eficientes e, incluso, a ser más amables con los clientes y atenderlos mejor. Del contacto con el cliente se encarga sobre todo ella, procura tratar personalmente a los clientes sea cual sea su tamaño y resolver sus problemas, es un aspecto primordial en su empresa, y trata de infundirlo a su hijo. No obstante, considera fundamental que todo el personal de la empresa esté muy implicado en la misma, son los que hacen el trabajo bien hecho, cada uno en su puesto, cuidando siempre las medidas de seguridad y calidad, sin el cual no se podría llevar a cabo la actividad a la que se dedica.

Futuro de la empresa

María del Carmen piensa que hacer que una empresa pequeña sobreviva supone un sacrificio continuo. Han procurado hacerlo lo mejor posible, tienen claro que son pequeños y no han aspirado a tener un mayor volumen, saben donde están y cómo mantenerse e intentar mejorar. Esa puede ser una de sus fortalezas, no introducirse en territorios que no conocen bien, o clientes excesivamente grandes, a los que no pueden atender de la forma que ellos quieren.

Cree que la empresa pequeña puede ser más flexible, y se puede dedicar con más éxito a adaptarse a los clientes y sus necesidades, quieren seguir trabajando de esta forma. Mantener la línea marcada, no variarla así como así, es una cuestión que puede ayudarle en el futuro como lo ha hecho en esta época de crisis. Considera que deben esforzarse por tener una buena administración y organización en donde cada trabajador sea responsable de hacer lo mejor posible su trabajo. Al enseñarnos las instalaciones conocimos a un personal muy motivado y con una relación muy estrecha con la líder de la empresa.

Pretenden ampliar su negocio por las provincias más cercanas a Jaén en el territorio andaluz, han exportado a Portugal de la mano de un distribuidor conocido. María del Carmen nos dice que deja a la siguiente generación el intensificar la internacionalización de la empresa, cree que se puede hacer, que hay que perder el miedo a lo desconocido, y tropezar con personas que quieran sus productos. “Yo creo que llegará, pero hay que poner medios, esa será tarea de la generación futura” nos dice María del Carmen.

En Industrias Químicas Carpo S.L podemos ver un ejemplo de familia empresaria que está completamente implicada en el negocio, que es quien lo impulsa y le aporta los valores por los que se rige. Una empresa preocupada por su entorno, así se lo ha reconocido la provincia de Jaén concediéndole algunos premios como, en 1999, la revista Jaén Empresarial le otorgó el Premio a la Mejor Trayectoria; el Premio a la Industria 2004, concedido por parte de la Cámara de Comercio de Jaén; el I Premio a la Trayectoria Empresarial de las Mujeres de Jaén, otorgado por Jaem (Unión de mujeres empresarias y profesionales de la provincia de Jaén) en 2007.

Igualmente, encontramos un gran ejemplo de mujer empresaria, que sabe rodearse de un buen equipo y conseguir lo mejor de cada uno para lograr los objetivos empresariales.

Ma del Carmen comenta: “te digo una cosa, que sigo teniendo ilusión, tenía 23 años cuando comencé, es mi vida, es como otro hijo”. Una empresaria que dedica parte de su tiempo a implicarse en la sociedad, un ejemplo que queremos destacar es su vinculación con la Universidad de Jaén, es miembro del Consejo Social de la Universidad de Jaén, acoge alumnos en práctica en las instalaciones de la empresa y colabora con la Cátedra Santander de Empresa familiar.

En definitiva podemos resumir los valores de esta excelente empresaria en la gestión de su empresa: Compromiso, mucha humildad, responsabilidad y capacidad de sacrificio.

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